Archivo de 29 de May de 2011

Fíjate por dónde vas.

Ya sea por culpa de la mala señalización, porque nos hemos despistado, o sencillamente porque nos creemos más inteligentes y buscamos ahorrar tiempo, nos hemos metido a contra sentido en una calle.
Para evitar esto, Toyota Motor Corporation (TMC), incorporará en sus vehículos un sistema que nos avisará a gritos… no, que es broma… nos avisará, decía, mediante mensajes de voz si nos hemos metido en sentido contrario. Elaborado en colaboración con Denso Corporation y Aisin AW Co., Ltd., este nuevo sistema se basará en la ubicación mediante GPS, la cartografía muy completa y actual del país del sol naciente, y unos giroscopios que se utilizan para reconocer el sentido en el que transita el vehículo. Toyota ofrece esta servicio porque, en Japón, se denuncian al año más de 1000 casos de conducción en sentido contrario.

Panel de aviso de conducción en sentido contrario.
Eso es en Japón. Pero ¿por estos lados? 
Imaginemos cómo nos avisaría este sistema, según nuestro país:

Venezuela: ¡Flecha! ¡Fleechaa! ¡FLEEEECHAAAA, CARAJO!
España: ¡Pringao!, ¡qué vas en sentido contrario, coño!
Reino Unido: Excuse me sir, you are driving in wrong way. Be careful, please. (Disculpe, señor, está conduciendo en sentido contrario. Tenga cuidado, por favor)
EEUU: Hey asshole! Watch it, man! Wrong way! (¡Ey imbécil! ¡Fíjate, hombre! ¡Sentido contrario!)
México: ¡Órale pues pendejo! Ya te equivocaste, güey.
Puerto Rico: ¡Ay, Bendito! Cuidao con esa guagua…

Todo en broma, poco en serio… nada más que la noticia. Saludos.

Espresso para ti, biberón para tu bebé.

La compañía suiza Nestlé, ha lanzado un «gadget», una máquina similar a las cafeteras por cápsulas, para la alimentación de los «locos bajitos», como les llamara Serrat. La máquina, llamada Babynes, emula la tecnología de las cafeteras Nespresso, y nos ofrece preparar la porción justa para un biberón, a la temperatura adecuada, y todo esto en menos de un minuto con sólo pulsar un botón.

Pero para saber cómo funciona este sistema, primero nos remitiremos al concepto original, el de las cafeteras Nespresso.

La marca Nespresso, propiedad exclusiva de Nestlé, lanzó al mercado unas cafeteras que funcionan mediante cápsulas individuales contenedoras de café molido. Estas cápsulas, selladas herméticamente, están hechas de aluminio, con una delgada película plastificada que limita el contacto del café con el aluminio. Cuando esta cápsula se introduce en la cafetera, su tapa de aluminio delgado es agujereada, a su vez la máquina calienta el agua que es enviada a una presión de 19 bares hasta la cápsula, y de allí sale el café preparado a la taza. Por lo general las cápsulas traen porciones individuales.

Variedades del café en cápsulas.


Captura de pantalla de la página principal de Nespresso en español.

Por la aceptación tan grande que han tenido estas modernas cafeteras, es que Nestlé decidió lanzar su línea Babynes, usando el mismo sistema de elaboración, sólo que en lugar de café, leche preparada para niños de hasta tres años.

Aunque el lanzamiento ha tenido sus detractores. El primero la OMS (Organización Mundial de la Salud), quién alzó su voz de protesta ante estas máquinas, diciendo que los bebés deben tomar sólo leche materna hasta los seis meses. Por su lado, Nestlé comunicó que la empresa está a favor de la alimentación de los infantes con leche materna, y que esta no es más que una alternativa.

Ahí está la noticia.
No sé. ¿Cápsulas de leche para bebés? Yo me inclino de parte de la OMS, no porque le tenga fobia a la tecnología o a las innovaciones, pero hay cosas que no tienen sustituto posible, el calostro entre ellas. Que la modernidad no nos quite esos pequeños, pero tan básicos, detalles que nos hacen ser lo que somos.

Y van 4.

Para mi, aficionado al fútbol como soy, siempre es una alegría ver que el juego bonito, ese que te alegra la vista, resulta ganador por sobre fórmulas desgastadas, simplistas, que oscurecen el deporte más seguido del planeta. Por eso, desde aquí, felicito al FC Barcelona por haber ganado la Champions en su edición 2011. Justo trofeo a quien es fiel a su estilo y deja sobre el gramado trazos de poesía en movimiento. ¡Enhorabuena!